jueves, 6 de septiembre de 2007

¿Dónde está nuestro tesoro?


«Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón». Mateo 6:21Jessica tenía 4 años y fue con su mamá de compras. En una tienda vio un collar de perlas de fantasía y pidió a su mamá que se lo comprara. La mamá le dijo: —Yo compro el collar, pero cuando lleguemos a la casa hacemos una lista de cosas que debes hacer todos los días hasta que lo pagues.Jessica dijo que estaba de acuerdo. La mamá compró el collar que costó 2,55 dólares.Jessica estaba encantada con su collar. Su papá amaba mucho a Jessica y ella
también amaba a su papá. Un día, su papá le dijo:
—Quiero pedirte que me regales algo.
—Te doy lo que quieras —le dijo Jessica.
—Quiero que me regales tu collar de perlas —dijo el papá.—Ay papá. Mejor te doy mi muñeca roja. Y te doy todo el ajuar para que las vista —Gracias, hijita —dijo el papá— pero lo que quiero es el collar.
Pasaron varios días. Otra noche, después de contarle su historia prefe­rida, el papá le dijo: —Jessica, ¿me quieres?
—Sí, papi —le dijo—, te quiero mucho.
—Entonces regálame tu collar de perlas.—No papá —dijo Jessica— mejor te regalo mi caballito, y le puedes hacer
trencitas en las crines, —No —dijo el papá—, lo que yo quiero es el collar.

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